jueves, 9 de junio de 2016

Asesino en Serie (Gilberto Antonio Chamba)

Gilberto Antonio Chamba Jaramillo

 

“Yo las violaba después de muertas, esa era mi satisfacción personal. Soy culpable y en esto he andado solo”, nada más dijo Gilberto Antonio Chamba Jaramillo de 32 años, tras cuatro días detenido, un 19 de abril de 1993, después de haber encendido el fuego del terror entre los habitantes de Machala, Ecuador, donde asesinó y violó a ocho mujeres, violando a otras dos más.

Fue una verdadera psicosis colectiva la que vivió Machala en los cinco años en que Gilberto cometió suficientes atrocidades como para pasar al grado de leyenda del crimen bajo el título de “El Monstruo de Machala”.

Según informaron varias fuentes periodísticas de la época, Gilberto contó a los policías todo lo que hizo antes, durante y después de los asesinatos.

Los policías que consiguieron capturarlo, contaron que tenían dudas de que Gilberto fuera el verdadero asesino, y que para ver si fingía, intentaron llevarlo a sitios diferentes a los de los asesinatos, aunque éste siempre les decía que estaban mal y los llevaba, con escalofriante frialdad, a donde realmente violó y mató.
No resultaba difícil creer que había matado con facilidad si se tenía en cuenta que, antes de ser taxista, Gilberto había estado en el Ejército, alcanzando el rango de cabo. Ya después, cuando en 1988 consiguió un taxi, recorrió las calles de Machala hasta 1993, buscando víctimas que, en general, eran jóvenes, estudiantes, y andaban solas.

El anterior fue el caso de Rosa Benavides, universitaria cuya madre, Lola Román, recuerda como una chica “tranquila, estudiosa y feliz”. Con lágrimas en los ojos, la anciana mujer de 72 años expresó ante fuentes periodísticas: “No se imagina cómo sufrimos todo ese tiempo. Y nos dio más rabia cuando nos enteramos  de que el asesino estaba campante en España, como que si nunca hubiera hecho algo malo”. Y para colmo de males, tanto en el caso de Rosa como en otros, Gilberto acudió al funeral de la víctima, costumbre muy cínica que tenía acentuada, tal y como expresan las palabras del policía ecuatoriano Fausto Terán: “Muchas eran madres de las víctimas, quienes le conocían como un hombre tranquilo y educado que había acudido a los velorios con pesadumbre”


Ciudad de Machala, en el cual el asesiono cometio casi todos sus crimenes

Volviendo a su modus operandi, vemos que, tanto su facilidad de palabra como el uniforme militar que a veces usaba, le facilitaban conseguir que las jóvenes (en general de 17 a 24 años, aunque también mató a dos de 14 y 16 años) lo acompañaran hasta una vieja casa, donde las estrangulaba y abusaba de ellas. Respecto a eso, el propio asesino admitió lo siguiente: “Primero les ponía una mano en la boca, la otra en la garganta y así las mataba, pero para asegurarme luego las ahorcaba con una cuerda o alambre”

En las paredes de aquella vieja casa en que mataba, Gilberto escribía los nombres de sus víctimas y, casi que a modo de firma, dejaba en la escena del crimen un cordón amarillo.

Cecilia Cajamarca fue su primera víctima. Chamba la invitó a comer sandía y le ofreció una cadena de oro y dinero a cambio de sexo; pero, como ella se negó, él se enfureció, tomó un pedazo de vidrio roto y se lo hundió con gran violencia, sumiéndola en el sueño eterno de la muerte y humillando sexualmente su cadáver, ahora que la chica ya no vivía para rechazarle… Inaugurando lo que después sería costumbre, el descarado asesino acudió al entierro y hasta dio el pésame a los padres de la víctima.
Aclarando a qué nos referíamos con “humillando sexualmente al cadáver”, podemos recurrir a las palabras del policía Fausto Terán, quien dijo al diario español El País lo siguiente: “Según me confesó Chamba, no practicaba penetración vaginal a sus víctimas. Prácticamente les ensartaba un instrumento similar a un bastón, que se había mandado fabricar expresamente. A muchas, las ensartaba con tal violencia que el instrumento salía por sus bocas”
Después de Cecilia Cajamarca vinieron las demás víctimas, hasta que un día Gilberto intentó abusar de una trabajadora sexual, cuya corpulencia fue suficiente para escapar y dar un testimonio que resultó clave en el inicio del proceso penal contra el asesino, el cual terminó con una sentencia de 16 años de prisión, que se disminuyó por el privilegio 2×1, en virtud del cual las penas se rebajaban a la mitad por buena conducta, a causa de lo cual Gilberto terminó libre en el año 2000

Rumbo a Madrid
Gilberto estaba casado y había tenido hijos con Mariela para aquel 9 de noviembre del 2000, día en el cual salió habiendo recibido el corrupto beneficio de limpiar su historial policial… Así, lavado por la misma ley que debía condenarlo, Gilberto pensó en trasladarse a España, donde tenía dos hermanas que lo recibieron cuando aterrizó en el aeropuerto de Barajas, en Madrid.
Ya en Madrid, Gilberto efectúo diversos trabajos, tales como albañil o cargador de bolsos en el edificio donde vivía con sus familiares y parejas de turno. Pero en el 2004 consiguió un trabajo algo estable, como cuidador de una zona de parking en el complejo de entretenimiento Illa de l”Oci, cerca de la Facultad de Derecho de la localidad de Lleida. Aunque no solo cuidaba los aparcamientos, sino que también colaboraba en la limpieza de las salas de cine de Illa de l”Oci.

Matar en España, un error fatal

Una vez que Gilberto consiguió el empleo como cuidador, no se sintió capaz de resistir a la tentación de delinquir nuevamente con una de las jóvenes estudiantes universitarias de la Facultad de Derecho que estaba cerca de su trabajo. Muy probablemente pensó que la Policía de España era tan ineficaz y blanda como la ecuatoriana, y al parecer se equivocó
María Isabel Bascuñana, estudiante de Derecho que vivía en la localidad donde trabajaba Gilberto, solía dejar su coche en el aparcamiento que cuidaba el asesino, por lo que éste la había visto algunas veces. Esto lo hacía María Isabel por las noches, y siendo la oscuridad una aliada del crimen, fue en la noche del 23 de noviembre del 2004 cuando María Isabel fue vista por última vez, minutos antes, a eso de las 22:00, había llamado a sus padres para decirles que no cenaría en casa.
Su cuerpo fue encontrado dos días después a pocas manzanas del cine de Illa de l”Oci: tenía un pañuelo atado al cuello, estaba metido en una funda de basura y tenía signos de haber sido salvajemente violada
Ante el siniestro hallazgo se levantaron varias hipótesis: crimen pasional, venganza y otras posibilidades alejadas de la realidad. La clave la tenían las amigas de la víctima

 María Isabel Bascuñaña, universitaria española a la que Gilberto violó y asesinó

Las amigas de la víctima dan pistas para atrapar al monstruo
En el curso de las indagaciones realizadas por la policía española, se pudo contactar con las amigas de María Bascuñana, quienes dieron datos determinantes para capturar al asesino.
Para empezar, según contaron las amigas de María, ésta les había contado que Gilberto la acosaba sexualmente cada vez que iba a dejar o retirar su coche del parqueadero. Lejos de parecer una calumnia, aquello se veía respaldado por otra acusasión, según la cual Gilberto, buscando satisfacer sus deseos lascivos, les pedía los números de celular con la excusa de que era para llamarlas en caso de que algo malo les sucediese a los coches dejados en el estacionamiento. Y decimos que era para satisfacer sus deseos lascivos ya que, todas las que le dieron el número, recibieron después llamadas de acoso sexual

Compañeras de la Facultad de Derecho en la que estudiaba María Isabel Bascuñaña, protestando indignadas por su asesinato a manos de El Monstruo de Machala

¿Sería entonces Gilberto el asesino de María? La Policía empezó a sentirse segura de que sí cuando, tras encontrar el teléfono móvil de María, vieron a través de un registro de llamadas que, justo en las horas en que desapareció María, desde su celular se efectuaron dos llamadas, de entre cinco y seis minutos, a lugares en que se ofertaba sexo telefónico… Entonces: ¿para qué querría María eso?, ¿era esa una conducta propia de una mujer no-lesbiana?, y eso, claro está, además de que las llamadas, como ya se dijo, fueron cronológicamente cercanas al momento del crimen… Ahora Gilberto era el principal sospechoso, y todo empeoró para él cuando se constató que, la funda de basura usada para intentar cubrir el cadáver de María, era del tipo de fundas que empleaba el personal de limpieza del sitio en que Gilberto trabajaba…
Por otra parte, los compañeros de trabajo de Gilberto dijeron que sí acudió a trabajar la noche del crimen, y que no notaron nada raro en él. Y en cuanto a vecinos y conocidos, todos rendían buen testimonio, diciendo que era un sujeto amable y tranquilo. Nuevamente surgía algo de duda, pero la certeza regresó cuando, tras efectuar una autopsia, se encontró, mediante exámenes de ADN, que el semen encontrado en el cadáver de María pertenecía a Gilberto

Juicio y condena del Monstruo de Machala

Gilberto, llorando después de ser detenido por la Policía de España
 
Astutamente, durante el juicio el asesino dijo que todo era un complot, y que la Policía había tomado semen de un condón que él había empleado, metiéndolo después en la vagina de María para inculparlo. Parecía algo creíble, pero se realizaron indagaciones y la Fiscalía descartó el argumento de la incriminación, dándole a Gilberto una pena de 45 años: 20 por matar a María, 12 por violar a María, y 13 porque, durante el proceso de mediatización y popularización del juicio, una prostituta rumana había testificado en contra de Gilberto, diciendo que éste intentó violarla y matarla
A todo lo anterior se sumaron las acusaciones que surgieron cuando la Policía Española contactó a la Policía Ecuatoriana, enterándose de que Gilberto había estado ocultando su siniestro pasado en Ecuador. Claro que en España no se le podía juzgar por crímenes cometidos en Ecuador, pero la opinión pública española, a raíz de esas últimas informaciones, cobró conciencia de que estaba ante un verdadero asesino en serie, ante quien fuera llamado el “Monstruo de Machala”.

Por otro lado, la ocultación de sus antecedentes sirvió para que se le intenté elevar la condena a 52 años por “falsedad documental” al ingresar a España, pero finalmente, en junio del 2006, sólo se le sentenció a 45 años, afirmándose de él que: “presenta un perfil de psicopatía sexual integrado con falta de empatía hacia sus víctimas y una profunda desviación sexual consistente en la necesidad de unir la satisfacción sexual por actos violentos a la muerte”.
Terminó así sus días el Monstruo de Machala, mientras en Ecuador, al enterarse de la condena impuesta en España, Alejandro Muñoz, tío de Mariana Elisabeth (asesinada por Gilberto), dijo ante la Prensa lo siguiente: “Que se pudra en la cárcel. Ojalá la Justicia española no sea como la ecuatoriana”.

Noticias



Semáforo Delictivo

Se dio a conocer los estados con mayor prevalencia de crímenes como robo, secuestro y asesinato; Morelos, Baja California y Tamaulipas encabezan la lista entre los más peligrosos.

Los homicidios disminuyeron un 15% durante 2014. De acuerdo con información de la organización Semáforo Delictivo, la tasa en el país se ubica en 13.1 homicidios por cada 100,000 habitantes, sin embargo, la percepción de los ciudadanos no se relaciona con una mejora en el clima de violencia.
“La percepción ciudadana es negativa y no empata con la disminución de los delitos. El 74% de los encuestados opina que la inseguridad ha empeorado, 20% considera que sigue igual y sólo un 5% aprecia que ha mejorado”, señala el reporte.

La ciudadanía otorga muy poca confianza a sus autoridades municipales, estatales y federales en su compromiso con la seguridad y evalúa negativamente a jueces, policías y ministerios públicos.
En materia de secuestro se observa una disminución de 18% el año pasado. Mientras que el porcentaje de robo de vehículo con violencia la media nacional sigue siendo alta en 29%. Los estados por encima de esta media son: Sinaloa, Estado de México, Guerrero, Tamaulipas y Nuevo León. Por el contrario, los estados con menos violencia en el robo de autos son: Baja California, Sonora, Aguascalientes, Querétaro y Nayarit.

El Semáforo Delictivo es una metodología de rendición de cuentas y toma de decisiones; el objetivo es evaluar el comportamiento de la incidencia delictiva y el desempeño de las autoridades. Es operada y medida por una asociación civil que surgió en Monterrey hace más de dos décadas.

Al ser una herramienta interactiva, los colores del Semáforo Delictivo evalúan de la siguiente manera: rojo, la estrategia no está funcionando (urge un cambio); amarillo, hay una mejoría, pero puede estar mejor (es momento de replantear estrategias), y verde, la estrategia es la correcta.

En el Semáforo General, que evalúa el total de rojos obtenidos por estado, Morelos, Baja California, Tamaulipas, Tabasco y Quintana Roo obtienen doble-rojo con 8 o más delitos en este color.

Los dobles rojos los obtienen Morelos, Tamaulipas, Guerrero y Sinaloa.  Del otro extremo, los que aparecen sin rojos en este semáforo son Yucatán, Tlaxcala, SLP, Nayarit, Hidalgo, Guanajuato y Aguascalientes.
Así, te presentamos los estados con más incidencia delictiva de acuerdo con el semáforo

Estados con mayor número de asesinatos

 



Homicidios en México alcanzan su nivel más alto en 2 años: un promedio de 55 asesinatos diarios


En febrero se tuvo un promedio de averiguaciones por el delito de homicidio que no se había registrado desde mediados del 2013; Colima desplazó a Guerrero con la mayor tasa de homicidios en todo el país.

 
México llegó a los niveles de homicidio más altos de los últimos dos años. En febrero de 2016 fueron asesinadas, en promedio, 55 personas todos los días, un registro récord desde que se comenzó a revelar el registro oficial de víctimas de estos crímenes en enero de 2014.

Los asesinatos registrados en febrero significaron un promedio diario de más de 51 averiguaciones abiertas por este delito en las procuradurías del país, la mayor incidencia de homicidio doloso desde junio del 2013.
En total, de acuerdo con los datos actualizados del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los dos primeros meses de este año suman tres mil 158 personas asesinadas, 11 por ciento más que en el primer bimestre de 2015 y 6 por ciento más respecto al primer bimestre de 2014.

El experto en temas de seguridad Alejandro Hope, destacó que el promedio diario de asesinatos de febrero es relevante porque confirma que la incidencia de homicidios prácticamente ha regresado a los niveles de arranque del sexenio.

“Básicamente el progreso en el descenso de homicidios que vimos en la segunda parte de 2013 y todo el 2014 ya se revirtió. Regresamos a los niveles de violencia del inicio de la administración y al ritmo que vamos, podríamos incluso regresar al promedio que vimos en el 2012” dijo Hope.

El analista consideró que 2016 podría cerrar con una tasa nacional de homicidios de unos 20 casos por cien mil habitantes, lo que confirma un incremento respecto a 2015. Se trata de un crecimiento que no es aislado.
“Si bien en febrero tuvimos casos de extrema violencia como el de Topo Chico en Nuevo León (donde murieron casi 50 personas), esta es una tendencia al alza que se está registrado en varias partes del país y prueba de ello es que estados como Colima aparecen junto con Guerrero y Sinaloa con las tasas más altas de crímenes” dijo Hope.

Febrero tampoco fue positivo en secuestros. De acuerdo con datos de la Organización Alto al Secuestro las denuncias se incrementaron 13 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Esto, pese a que hubo un subregistro de 44 plagios que ocurrieron, pero no se contabilizaron.

Crímenes suben en 18 estados; Colima lidera

El incremento de los homicidios en 2016 alcanza a más de la mitad del país. En total 18 estados registraron incrementos en el primer bimestre del año, y en cinco estados el incremento supera el cien por ciento.
Por primera vez en cuatro años, Guerrero no es el estado con la mayor tasa de homicidios del país. Con los casos registrados en febrero, Colima ocupa ya ese sitio, lo que confirma un incremento en la violencia en ese estado. Es un hecho inédito pues dicho estado nunca había se había ubicado a la cabeza en la incidencia de este delito.

Los datos oficiales arrojan que, en el primer bimestre del año, Colima registró 71 casos con 78 víctimas. Tomando en cuenta que es una entidad federativa con apenas 650 mil habitantes, es un promedio de 9.65 crímenes por cien mil habitantes. Para ponerlo en proporción, en Guerrero la tasa fue de 9.09 asesinatos.

El disparo de homicidios en Colima supera el 300 por ciento. Pao de 17 averiguaciones en el primer bimestre de 2015 a las 71 de ese año El año pasado el estado no aparecía siquiera en los primeros cinco sitios de incidencia de este delito.

Si bien Guerrero no tiene la mayor tasa de homicidios, la violencia en ese estado no ha cedido, al contrario. El primer bimestre de 2016 dejó un saldo de 326 personas asesinadas, 17 por ciento más que en el mismo periodo de 2015 donde el registro fue de 278 víctimas.

Sinaloa es otro estado con un incremento significativo en los homicidios. En febrero se registraron 117 casos, un incremento del 50 por ciento respecto al mismo mes de 2015. Es la tercera entidad con la mayor tasa de asesinatos del país.

Baja California es la entidad con la cuarta tasa de homicidios y tiene un alza notable: 111 personas asesinadas en ese estado en el primer bimestre de 2015 contra 180 ya en el mismo periodo de este año. En Morelos, que se ubica en el quinto sitio en incidencia, las víctimas pasaron de 69 a 91.

Hay otras entidades que tienen un incremento de homicidios superior al cien por ciento en el primer bimestre del año. Es el caso de Veracruz en donde las víctimas de los asesinatos pasaron de 68 a 139, Nuevo León de 65 a 137, Campeche en donde subieron de 9 a 20, y Yucatán que se dispararon de solo dos a nueve casos.

Aunque públicamente se ha atribuido el alza de homicidios en algunas de estas entidades a temas como la delincuencia organizada, Hope dijo que tendría que ser el gobierno el que diera una explicación, sin embargo, subrayó que el incremento de este delito es un tema del que no hay un pronunciamiento oficial.

“No se dice nada pero al ritmo que vamos, en los datos de INEGI vamos a cerrar seguramente en 23 mil homicidios (en el año). Un año más de crecimiento de este delito al mismo ritmo y vamos a estar otra vez en el nivel de violencia del 2012” dijo el analista.


Febrero loco

Entre los hechos de violencia registrados en febrero destaca el de la riña ocurrida en el penal estatal de Topo Chico en Nuevo León, el pasado 11 de febrero, que dejó un saldo de 49 personas muertas además de una docena de heridos. Este hecho fue responsable de que en ese mes las victimas de homicidios se duplicaran en la entidad.

En el Distrito Federal, el 25 de febrero se registró el homicidio de cuatro personas, entre ellas una mujer, en un domicilio de la colonia El Rosario en el Distrito Federal. Las autoridades capitalinas presumen que el caso está relacionado con la venta de drogas al menudeo.

Los casos en Guerrero fueron múltiples. Por ejemplo, el 1 de febrero la Fiscalía del estado informó de la muerte de nueve personas en varios hechos de violencia. El 17 de febrero, las autoridades reportaron una decena de victimas producto de varios asesinatos en la zona del puerto de Acapulco.

La violencia en febrero también cobró la vida de una periodista. En este caso fue la reportera Anabel Flores quien el 8 de febrero fue secuestrada en su propia casa en el municipio de Orizaba y 24 horas después apareció muerta en el estado de Puebla. Las autoridades del gobierno estatal atribuyeron el hecho a la delincuencia organizada.

Por todos los homicidios ocurridos en febrero, el Sistema Nacional de Seguridad reportó que se abrieron mil 477 averiguaciones previas, la cifra más alta para un mes de febrero desde el correspondiente a 2012 cuando el numero fue de mil 679 casos.

Los secuestros no ceden
La organización civil Alto al Secuestro dio a conocer que en el mes de febrero se registraron 155 casos de secuestro con un total de 201 víctimas en el país. De todos esos casos solo 111 quedaron radicados en una averiguación previa.
El balance es negativo en todas las comparaciones, según la organización. En comparación con enero es un repunte del seis por ciento, y respecto a febrero de 2015 el alza es de más de once por ciento.
Isabel Wallace, presidenta de Alto al secuestro, advirtió su preocupación no solo por el nulo avance en el combate a este delito este año, sino por la forma deficiente en cómo se están investigando los casos, que provoca que haya secuestros por los que ni siquiera se inicia una averiguación previa.
En una reunión sobre el tema, autoridades del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indicaron que se prepara un proyecto de reforma de ley para supervisar el registro de los delitos en los estados.
“Si las autoridades siguen sin integrar averiguaciones previas o carpetas de investigación pese a tener conocimiento de algún secuestro por cualquier medio, no sólo incurrirán en una responsabilidad administrativa y/o penal, sino que estaremos ajenos a la realidad que vive nuestro país en el tema de secuestro” dijo Wallace.