El Derecho Penal se encarga sobre lo relacionado con el
pensamiento decisorio, la interpretación y análisis teórico estructural del
delito, así como los presupuestos procesales y de las vías jurídicas formales
para la persecución del delito. A la criminología le compete el análisis de las
circunstancias relacionado con la génesis, desarrollo y control del delito.
La relación que existe es que ambas disciplinas tienen como
objetivo la solución de los conflictos sociales. El espacio más estrecho entre el Derecho Penal y la
Criminología es la múltiple colaboración. Ambas ciencias parte de la existencia
de una sociedad determinada, cuya necesaria convivencia es afectada por actos o
conductas dirigidas contra ellas. Para defender a esa comunidad de tales
ataques, el Derecho describe esas conductas o actos e imperativamente, une el
destino de éstos a una pena, aplicable a los autores de los mismos. Estamos
ante la prevención general y, en su caso, especial, perseguidas por el orden
legal punitivo. La Criminología que no, obstante persigue esa misma finalidad,
intenta salvaguardar a aquella de tales hechos antisociales a través de medios
distintos: con el estudio científico de los factores criminógenos que influyen
y confluyen, de una manera general, con el sujeto activo de tales actos
(Criminología General), para luego intentar neutralizarlos. Neutralizarlos por
medio de un estudio sistemático de la peligrosidad del sujeto agente concreto,
singular, que permita formular un diagnóstico y pronóstico de la personalidad
criminal de éste y desembocar en el oportuno tratamiento en orden a su
resocialización.
Con el Derecho Procesal Penal
El Derecho Procesal Penal debe ser considerado como
instrumento utilizado por el Estado y los ciudadanos al servicio de la lucha
contra la criminalidad. El Derecho Procesal Penal ha de relacionarse efectivamente
con la Criminología, ciencia que estudia el fenómeno criminal en su conjunto,
teniendo en consideración todos sus actores; delincuente, víctima y agentes
relacionados con el control social.
La relación que existe es que ambas luchan contra la
criminalidad.
Con la Política criminal
Para efectos de un mejor abordaje de la relación entre ésta
disciplina y la criminología es importante conocer el concepto de política
criminal como ciencia y como práctica.
Entendida como ciencia, la Política criminal pretende la
exposición sistemáticamente ordenada de las estrategias, tácticas y medios de
sanción social para conseguir un control óptimo del delito. La Política
criminal práctica, en cambio, se limita a aquella actividad estatal, ante todo
con los principios, procedimientos y medios del Derecho criminal, se dirige al
control del delito y es ejercitada de modo predominante por los juristas.
Sirven como medios de la Política Criminal, tanto el concepto del delito en
cuanto instrumento de control de la conducta, como las sanciones, es decir las
penas y las medidas de corrección y seguridad, así como las multas y medidas de
la legislación sobre infracciones del orden.
La relación existente entre ambas disciplinas es que la
Criminología le proporciona la materia prima (estudio de las causas o génesis
de la criminalidad) a la Política Criminal
de manera que se pueda comprender el funcionamiento de la criminalidad y así
proceder a la estructuración de las estrategias, tácticas o mecanismo para
obtener un control óptimo del delito.
Con el Derecho Penitenciario
El Derecho penitenciario (conjunto sistemático de normas
jurídicas destinado a regular la ejecución de las penas y medidas de
seguridad), es en nuestro día un Derecho identificado con la reeducación y
resocialización del penado.
Recordemos que dentro del campo de acción de la criminología,
se encuentra el tratamiento del delincuente, por lo tanto la relación entre
estas dos disciplinas es que el Derecho Penitenciario presta el marco jurídico
a la criminología y ésta le llena de contenido.
Con la criminalística
La Criminalística tiene por objeto la utilización sistemática
de conocimientos y de técnicas destinadas a detectar las infracciones penales,
ofrecer las pruebas correspondientes e identificar a sus autores. La
Criminalística es pues, una ciencia compleja, puesta al servicio de la
investigación procesal-penal y, por ello, atiende, fundamentalmente, a los
aspectos materiales o físicos del delito y de su autor o autores. La
Criminología propiamente dicha, estudia las causas, la génesis y proceso, del
fenómeno delincuencial, sus efectos, sus víctimas, su control, sus remedios,
que pueden ser de carácter penal o no.
La relación existente entre ambas disciplinas es que la
criminología le proporciona a la criminalística material valioso a través de
las causas o génesis del delito, de manera que la criminalística pueda encausar
sus investigaciones para el esclarecimiento de los hechos, así como la
identificación de sus autores
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